jueves, 21 de noviembre de 2013

servidumbre moderna y categorías del arte

SERVIDUMBRE MODERNA Y CATEGORÍAS DEL ARTE

El presente ensayo es basado en un polémico documental llamado “SERVIDUMBRE MODERNA” donde se exponen a manera de crítica temas comunes como el sistema totalitario en el que actualmente vivimos, con el objetivo de que la sociedad recapacite sobre la manera en que se nos mantiene a “pan y circo”.  A su vez muestra como mediante el arte en sus diferentes “CATEGORIAS ESTÉTICAS” es posible despertar, expresarnos y salir del sistema.

Se habla y presume de liberación, pero en realidad se ha suplantado las cadenas por automóviles, celulares, etc; mercancía que esclavizan, a las que nos hemos atado y actualmente dependemos en gran medida de estas, es decir, “las cosas que poseemos terminan por poseernos” y la lista de estos productos cada día aumenta en gran medida.

A diferencia de la esclavitud antigua, en la modernidad la servidumbre es voluntaria, es el propio esclavo quien elige su prisión, a sus amos, como ejemplo se pueden citar diferentes religiones, grupos políticos, tribus urbanas, trabajos (cuya definición viene del latín “tripalium” haciendo referencia a un instrumento de tortura), etc. donde muchas veces el esclavo se convierte en una especie de robot automatizado, destinado a cierto fin, en ocasiones desconocido, debido esto a que por dicha automatización elimina su capacidad de reflexión y obedece sin sentido despojado de su conciencia, de su capacidad de comprender el ¿por qué? o ¿para qué? y deja de proponer, de pensar, cayendo cada vez más dentro de esta “danza macabra del sistema” e incluso arquitectos por comodidad o miedo se limitan a la repetitividad y proyecta para otros lo que personalmente desea, convirtiéndose solo e espectadores de la vida, dejándola pasar, confundiendo la visión con la ilusión.

“El miedo ha hecho de nosotros unos eslavos y nos mantiene en esa condición” es decir, hemos aceptado por temor, rebelarnos, lo que se nos impone recibiendo humillaciones, nos encontramos frente a una sociedad totalmente esclavizada “bajo un gobierno que aprisiona injustamente” Henry David.
Creo que es tiempo de abrir los ojos y buscar un cambio, revelando la verdad, ya que solo la verdad es revolucionaria, considerando que nuestros actos y decisiones afectan al resto de la sociedad.

Injusto es también como la servidumbre, con su sistema totalitario mercantil, ha impactado sobre el medio ambiente; apropiándose y segmentando la tierra en búsqueda de placer y de satisfacer necesidades creadas, el arquitecto y la sociedad ha transformado ecosistemas naturales en celas decoradas sin importarle, aparentemente, que dichas acciones afecten al resto de la sociedad y al medio en general. Prueba de esto es la tala inmoderada afectando a los habitantes de la zona, y destruyendo el habitad de cientos de especies, las que tienen que emigrar y en el peor de los casos hasta se causa su extinción.

Otro efecto de esto son las “invasiones” construyendo en zonas como orillas de ríos, en playas, sobre cerros, desafiando a la naturales, tratando arquitectos e ingenieros, probar su capacidad, demostrando la naturaleza una y otra vez que es ella quien tiene mayor poder, recuperando sus espacios mediante los llamados “fenómenos naturales” causando al hombre desgracia y tragedia.

Por esto, es de suma importancia crear conciencia y cuestionar si verdaderamente vale la pena sacrificar un ecosistema, sea cual sea su dimensión y/o biodiversidad, por ambición humana de poder y pertenencia (ya que realmente no nos pertenece). Es claro que necesitamos donde habitar y desarrollarnos como seres sociales, o por lo menos esto nos ha hecho creer el mismo sistema. Para satisfacer dichas “necesidades” de vivienda, recreación, etc. es importante también realizar profundos estudios sobre el suelo, vientos, precipitaciones, así como de materiales y métodos constructivos, entre otros aspectos que influyen sobre un determinado proyecto con el fin de impactar en menor grado posible al medio y a su vez reducir riesgos de “desastres naturales”.

Hemos sido testigos de cómo el hombre, desde la antigüedad, por naturaleza ha categorizado desde las tierras hasta a los mismos seres humanos por razas, colores, tamaños, preferencias, posición social (amos y esclavos, por ejemplo), así como a la estética.

Actualmente podemos mencionar a 6 categorías estéticas; belleza, fealdad, sublime, trágico, cómico y grotesco.

La primer categoría estética y tal vez la única considerada comúnmente como tal, es la “belleza” y, a lo largo de la historia se le ha dado diferentes definiciones, dependiendo de la época o periodo, dentro de estas se encuentran diferente filósofos, de los que cito a;

PLATON;  “difícil cosa es lo bello”, afirmando que la belleza es una idea eterna, perfecta e inmutable.

PLOTINO; “es el resplandor de una luz inteligible de las cosas sensibles”

 SANTO TOMÁS; “lo que place a la visa”.

Dichas definiciones muestran la variedad de ideas que surgen sobre el tema, algunas más subjetivas que otras. Coincidiendo en que el orden, proporción y armonía son rasgos esenciales de belleza… pero ¿Por qué se considera bello únicamente a lo que cumple con estas características?, ¿Por qué no variar con estas definiciones?, tal como sucede durante en el romanticismo, donde esta categoría “belleza” se representa en lo extraño, misterioso, en la emoción y el entusiasmo.

Immanuel Kant es otro autor que cuestiona el interés estético y la belleza en particular, relacionándola también con la emoción y el entusiasmo, ya que según declara, cuando se quiere determinar si algo es bello, basta con la contemplación que le damos y la satisfacción que nos causa tal contemplación.

Personalmente comparto mayor simpatía con esta última definición, ya que considero; la belleza es subjetiva 
provocando en cada espectador sensaciones y emociones diferentes, siendo esto “las sensaciones que provoca” lo bello en determinada cosa… aunque en ocasiones la percepciones influenciada por diversos factores tanto internos como externos. Dentro de los internos se pueden mencionar aspectos psicológicos mientras que en los externos se observan cánones: vanguardias, tendencias, etc. Las que conforme pasa el tiempo, estas y la percepción de la belleza cambian. Pero… ¿y la fealdad? ¿Qué se considera feo? ¿Existen en realidad estas categorías estéticas?

Se dice que en la Grecia antigua se relacionaba a lo bello  con lo “bueno” y a lo feo con lo “malo”, aunque, considero, que lamentablemente esto no ha cambiado, en diversas ocasiones asociamos aun estos aspectos además con la luz y la oscuridad, respectivamente. Así como este ultimo (la fealdad) con el pecado, la enfermedad y la muerte. Su clasificación depende, creo, de las circunstancias, ya que si se encuentra bajo una enfermedad terminal o muy dolorosa seria, para algunas personas, la muerte bella o menos fea. Dando lugar a la siguiente frase: “la búsqueda de la belleza anula a la fealdad”. Esto se demuestra también en el arte de Velazquez, Rembrant y Rivera, quienes con un peculiar estilo plasman en sus obras temas considerados socialmente feos; cuya belleza es relativamente limitada y su límite es la fealdad.

 A  pesar de la lucha de estos artistas por lograr que temas terrenales percibidos como feos tengan lugar en el arte y una aceptación social aun en nuestros tiempos se tiene cierta repugnancia y/o desprecio hacia esto.

En el campo de la arquitectura y urbanismo, los espacios en miseria o desproporcionados  así como lo deforme, por ejemplo, son considerados feos. Colaborando el arquitecto con esta percepción en sus diseños, siendo tarea de la misma sociedad, claro, cambiarlo. Pero además del arquitecto, ya que tienen gran influencia sobre la sociedad, siendo una manera de educar y romper con estos paradigmas.
Sintiendo admiración, por otro lado, hacia lo sublime. Otra categoría estética, definida como lo que satisface desinteresadamente. Se vincula con grandes cosas, ya sean naturales o artificiales, al poder y lo grandioso. 
Logrando en el observador asombro, respeto e incluso hasta miedo. Entonces, si lo feo provoca miedo y al igual lo sublime… ¿es lo feo sublime?

El filósofo Burke asocia de cierta manera, ambas definiciones, al describir los objetos sublimes como oscuros y que estos producen placer relativo o dolor moderado, mientras que lo bello es ligero, claro y delicado, provocando agrado y placer.

Otros filósofos involucrados con esta categoría son Longino y Kant. Coincidiendo su definición de sublime en que, al igual que lo bello, es algo que satisface desinteresadamente. Pero a diferencia de lo bello, lo sublime representa grandes cosas, ocasionando diferentes emociones como asombro, respeto e incluso miedo, coincidiendo en esto con la definición de Burke.

Otra categoría relacionada con lo feo es lo trágico, ya que estas se atribuyen a la vida real, a lo cotidiano como acontecimientos sangrientos, terribles, la enfermedad y la muerte, pero esta de manera natural. A diferencia de la fealdad, la tragedia provoca compasión, ira, horror e indignación. Se caracteriza además por ser situaciones sin salida, desdichadas y aparentemente cerradas.

Por otro lado, a lo largo de la vida se experimenta también lo cómico, manifestado a través de lo chusco, chistoso, festivo o burlesco; produciendo risa, siendo la risa, una expresión placentera tan poderosa, considerada incluso por romanos, un “don de Dios”, hasta una “fuerza destructora” por el cristianismo.

Lo cómico nace inesperadamente sin tener el objetivo de serlo, por lo que  el arte no se puede considerar feo. Se da de la contradicción, es cómico cuando son incompatibles los fines y los medios, es decir, lo que se espera es presentado noble siendo vulgar, lo rico-pobre, lo profundo-superficial, por ejemplo. De esto surgen tres variantes;
1)      Humor; lo que consta de una crítica comprensiva y compasiva.
2)      Sátira;  presenta desvalorización.
3)      Ironía; revela la inconsistencia de un objeto, es una crítica disimulada que hay que leer entre líneas.

Considero que es esta categoría una de las que mayor satisfacción produce, ya que hay frases, chistes o momentos que causan esta emisión expresada en risa y ocasiones llanto que incluso después de días o hasta largos periodos de tiempo, al recordarlas causan la misma sensación sin perder su esencia.  

Por último aparece lo grotesco, a finales del siglo XV en formas vegetales, animales y humanas siendo consideradas en aquella época “monstruosas”. Esta  categoría presenta transformación de lo real, mostrando diferentes características como fantasioso, irreal y extraño. Pudiéndose considerar una burla o desvalorización  a lo real y racional, debido a las conjugaciones de las formas, siendo difíciles de interpretar, en ocasiones  provoca risa  o hasta angustia ya que son obras pesadas visual y representativamente.

Lo grotesco se aprecia además de la pintura de Bosco, Goya y Dalí, en arquitectura como el gótico,  la literatura, la música, teatro, y el arte en todas sus presentaciones.

El hombre, en busca de evolución ha logrado grandes avances tecnológicos y con esto económicos, recursos que posteriormente son empleados en construcciones, misma tecnología, y en satisfacer otras “necesidades”, el problema es que gracias a esto carece de cosas con mayor valor humanista, como el valor de emplear correctamente estos avances para lograr así que la sociedad realmente progrese en todos los sentidos.

Es importante detenernos un segundo y observar en que estamos fallando, apoyarnos en el arte en una buena manera de educarnos, tanto para comparar épocas e identificar aspectos que no creemos conveniente repetir así como para reconocer y admirar aquello positivo que nos podrá ayudar a salir de este sistema totalitario.

 La variedad es importante, tal como se muestra en las diferentes categorías estéticas, capaces de proporcionarnos diferentes emociones, ya sean de placer o temor, lo satisfactorio de estas es precisamente esa diversidad de sensaciones y la opción de elegir la que verdaderamente nos plazca; belleza, fealdad, sublime, tragedia, cómico o grotesco. Tal como sucede en la vida cotidiana.


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